"Nostalgia de lo presente", poemario con que se rinde homenaje a Concha Urquiza en San Luis Potosí
- Rafael Calderón

- 10 nov
- 4 Min. de lectura
Lanzado por la Editorial Jitanjáfora, de Morelia, se presenta este lunes en Casa Museo Manuel José Othón.

Para escribir estas palabras diré que tengo a la vista un ejemplar recién terminado de Nostalgia de lo presente. Poemas, 1921-2045, de Concha Urquiza, que edita Jitanjáfora por conducto de una dupla genial: la maestra Laura Eugenia Solís y don José Mendoza Lara. Sin su trabajo editorial, este libro de poemas de Concha no hubiera llegado hasta San Luis. Es una deferencia que celebro por su condición de editores y ella, tan moreliana como poeta excepcional, hay que leerla; pues la complicidad es un hallazgo definitorio y es la búsqueda de una pasión literaria. De todos los poemas de Concha Urquiza, ¿cuál sería el indicado para leer esta noche en este lugar y en este Museo? Ahora lo diré, que consciente soy de esto, y hay que evocar para bien a un editor de la poesía mexicana como fue don Joaquín Antonio Peñalosa. Sin su labor de editor, además de poeta, no tendríamos acceso a esa bella edición que organizó de los poemas de Manuel José Othón, ¿no es coincidencia oís su esfuerzo consumado? Por eso seguimos oyendo de Othón su voz: “En este sosegado apartamiento, / lejos de cortesanas ambiciones, / libre curso dejando al pensamiento, / quiero escuchar suspiros y canciones…”. Ya lo sé.
Hay que destacar una vez más que el asiduo estudioso de la obra que reunió tanto de sus versos como la prosa de Othón, con su erudición, nos ofreció, una edición moderna, para ejemplo mayor la poesía del poeta que a lo largo de su vida abordó prácticamente todos los géneros literarios con los más diversos temas: recuerdos de su andar, personajes de su tierra, caricias de la vida, fe religiosa, aventuras amorosas, y en ese orden Peñalosa paralelamente, su nombre lo inscribe al lado de los grandes estudiosos de la poesía mexicana y autores fundamentales: él, sobre Othón; Alfonso Reyes de Amado Nervo; Alfonso Méndez Plancarte, la edición moderna de las obras de sor Juana; y, hasta aquí, la presencia de Concha Urquiza y el nombre de Gabriel Méndez Plancarte.
Sí, él es parte de los humanistas de San Luis, y recordar al poeta Joaquín Antonio Peñalosa, pero al lado de dos eruditos zamoranos como Alfonso y Gabriel, de apellidos Méndez Plancarte; es un privilegio para la poesía de estos tiempos. El nombre de Concha; a estos tres autores los une una poeta: sí, Concha Urquiza y sus poemas. Quizás algunos de los cuales fueron escritos, sentidos o definitivamente provocados por estas tierras o reflejo de su paso por la ciudad. El deseo de su lírica tiene su presencia en San Luis. Sí, las cartas que intercambió y llegaron a aquellos rumbos son un ejemplo que cimbra la ciudad y el traslado con rumbo a Tijuana y quedarse en el suspiro eterno como punto final al trasladarse al mar de Ensenada, Baja California Norte, donde se ahogó hace 80 años, el 20 de junio de 1945, a los 35 años. Y dejar esa estela, impronta, como recuerdo de la muerte en la poesía mexicana, al lado de autores como Manuel Gutiérrez Nájera, Ramón López Velarde y José Carlos Becerra.
Termino con el resumen y señalar que en Nostalgia de lo presente están visibles ideales o propósitos y reconociendo la búsqueda intensísima de la autora. El verso es la fuente de sus primeras tentativas y consolida el ejemplo de su permanente madurez. Por eso hay que atender la estructura de la edición de sus poemas y comprender que su poesía está compuesta por 14 apartados:

El número I (La iniciación melódica) es la sección de los poemas inéditos e incluye los juveniles que fueron fechados entre 1921-1923, es decir, los que escribió entre los 11 y 15 años y donde figura “Noche azul”. El número II (Plegaria de luz) incluye los poemas que organizó José Vicente Anaya y salieron por primera vez reunidos en El corazón preso de 1985 como apéndice al proyecto de los que reunió Gabriel Méndez Plancarte. Los numerales III-XIII (Recuerdos líricos, Sonetos bíblicos, Variaciones sobre el Evangelio, Sonetos de los cantares, Liras, Églogas, Romances y canciones, Del amor doloroso, Paisajes michoacanos, Cinco sonetos en torno a un tiempo erótico y Nox), que corresponden a la compilación del erudito zamorano Gabriel Méndez Plancarte de 1946. El apartado XIV (Sobre el silencio breve), finalmente, la sección especial: incluye los poemas de diferentes fechas; han sido un hallazgo después de su muerte y donde se lee “El reintegro” y “Narciso”.
Así que, al llamar la atención con el poema “El reintegro”, que es parte de este homenaje, hay que proceder a aclarar que el título El reintegro, en realidad, es un texto más amplio en prosa, que tiene 179 páginas y que estuvo en poder de José Cardona y del cual fue entregada una copia al Centro de Estudios Literarios de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1972 por José Rojas Garcidueñas. Por todo esto es que el poema se conservó inédito, sin título, y es un poema que consta de 45 versos y está dividido en tres partes. Las dos primeras estrofas, de cuatro y cinco versos, respectivamente; la tercera, compuesta por 36. Es el único poema que comprende esta obra en prosa que fue fechada dos veces: el 15 y 18 de octubre de 1933. Es decir, cuando su autora tenía 23 años.
Sí, si hay tiempo, espacio y disponibilidad, la lectura del poema El reintegro es memorable para la ocasión. ¡Por lo que termino enviando saludos muy afectuosos para esta agradable receptividad a los poemas de Concha Urquiza que jitanjáfora ha reunido con el título Nostalgia de lo presente! En esta Casa Museo “Manuel José Othón” de San Luis Potosí.














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